Hola¡¡¡
En esta ocasión vamos a leer un cuento y tú tendrás que inventarle el final, la historia se llama "El perro que no sabía ladrar"de la autora Gianni Rodari y fueron escritas para un programa radiofónico italiano que se titulaba "Cuentos para jugar" por la RAI (Radio Televisión Italiana), la historia es entretenida, te propongo que la leas e inventes tú el final. Comparte la historia con tu familia y que cada quien te comente como terminaría la historia, te vas a sorprender con la variedad de finales que se les pueden ocurrir.
Escribe tu final en tu cuaderno y en los comentarios coloca tu nombre y grupo para saber que estas realizando la actividad.
Por favor si conoces a compañeros en los demás grupos de primero, del turno vespertino y puedes avisarle del nombre correcto del blog o de las actividades que deben de estar desarrollando por favor pasales el dato, me faltan alumnos de 1° H, I, J, K y L principalmente.
Por favor si conoces a compañeros en los demás grupos de primero, del turno vespertino y puedes avisarle del nombre correcto del blog o de las actividades que deben de estar desarrollando por favor pasales el dato, me faltan alumnos de 1° H, I, J, K y L principalmente.
El perro que no sabía ladrar
Había una vez un perro que no sabía ladrar. No ladraba, no maullaba, no mugía, no relinchaba, no sabía decir nada. Era un perrillo muy solitario, porque había caído en una región sin perros. Por él no se habría dado cuenta de que le faltaba algo. Los otros eran los que se lo hacían notar. Le decían:
—¿Pero tú no ladras?
—No sé... soy forastero...
—Vaya una contestación. ¿No sabes que los perros ladran?
—¿Para qué?
—Ladran porque son perros. Ladran a los vagabundos de paso, a los gatos despectivos, a la luna llena. Ladran cuando están contentos, cuando están nerviosos, cuando están enfadados. Generalmente de día, pero también de noche.
—No digo que no, pero yo...
—Pero tú ¿qué? Tu eres un fenómeno, oye lo que te digo: un día de estos saldrás en el periódico.
El perro no sabía cómo contestar a estas críticas. No sabía ladrar y no sabía qué hacer para aprender. —Haz como yo —le dijo una vez un gallito que sentía pena por él. Y lanzó dos o tres sonoros kikirikí.
—Me parece difícil —dijo el perrito.
—¡Pero si es facilísimo! Escucha bien y fíjate en mi pico.
—Vamos, mírame y procura imitarme.
El gallito lanzó otro kikirikí.
El perro intentó hacer lo mismo, pero sólo le salió de la boca un desmañado «keké» que hizo salir huyendo aterrorizadas a las gallinas.
—No te preocupes —dijo el gallito—, para ser la primera vez está muy bien. Ahora, vuélvelo a intentar.
El perrito volvió a intentarlo una vez, dos, tres. Lo intentaba todos los días. Practicaba a escondidas, desde por la mañana hasta por la noche. A veces, para hacerlo con más libertad, se iba al bosque. Una mañana, precisamente cuando estaba en el bosque, consiguió lanzar un kikirikí tan auténtico, tan bonito y tan fuerte que la zorra lo oyó y se dijo: «Por fin el gallo ha venido a mi encuentro. Correré a darle las gracias por la visita...» E inmediatamente se echó a correr, pero no olvidó llevarse el tenedor, el cuchillo y la servilleta porque para una zorra no hay comida más apetitosa que un buen gallo. Es lógico que le sentara mal ver en vez de un gallo al perro que, tumbado sobre su cola, lanzaba uno detrás de otros aquellos kikirikí.
—Ah —dijo la zorra—, conque esas tenemos, me has tendido una trampa.
—¿Una trampa?
—Desde luego. Me has hecho creer que había un gallo perdido en el bosque y te has escondido para atraparme. Menos mal que te he visto a tiempo. Pero esto es una caza desleal. Normalmente los perros ladran para avisarme de que llegan los cazadores.
—Te aseguro que yo... Verás, no pensaba en absoluto en cazar. Vine para hacer ejercicios.
—¿Ejercicios? ¿De qué clase?
—Me ejercito para aprender a ladrar. Ya casi he aprendido, mira qué bien lo hago.
Y de nuevo un sonorísimo kikirikí.
La zorra creía que iba a reventar de risa. Se revolcaba por el suelo, se apretaba la barriga, se mordía los bigotes y la cola. Nuestro perrito se sintió tan mortificado que se marchó en silencio, con el hocico bajo y lágrimas en los ojos.
Por allí cerca había un cucú. Vio pasar al perro y le dio pena.
—¿Qué te han hecho?
—Nada.
—Entonces ¿por qué estás tan triste?
—Pues... lo que pasa... es que no consigo ladrar. Nadie me enseña.
—Si es sólo por eso, yo te enseño. Escucha bien cómo hago y trata de hacerlo como yo: cucú... cucú... cucú... ¿lo has comprendido?
—Me parece fácil.
—Facilísimo. Yo sabía hacerlo hasta cuando era pequeño. Prueba: cucú... cucú...
—Cu... —hizo el perro—. Cu...
Ensayó aquel día, ensayó al día siguiente. Al cabo de una semana ya le salía bastante bien. Estaba muy contento y pensaba: «Por fin, por fin empiezo a ladrar de verdad. Ya no podrán volver a tomarme el pelo».
Justamente en aquellos días se levantó la veda. Llegaron al bosque muchos cazadores, también de esos que disparan a todo lo que oyen y ven. Dispararían a un ruiseñor, sí que lo harían. Pasa un cazador de esos, oye salir de un matorral cucú... cucú..., apunta el fusil y — ¡bangl ¡bangl— dispara dos tiros.
Por suerte los perdigones no alcanzaron al perro. Sólo le pasaron rozando las orejas, haciendo ziip ziip, como en los chistes. El perro a todo correr. Pero estaba muy sorprendido: «Ese cazador debe estar loco, disparar hasta a los perros que ladran...»
Mientras tanto el cazador buscaba al pájaro. Estaba convencido de que lo había matado.
—Debe habérselo llevado ese perrucho, no sé de dónde habrá salido —refunfuñaba. Y para desahogar su rabia disparó contra un ratoncillo que había sacado la cabeza fuera de su madriguera, pero no le dio.
El perro corría, corría...
Hola maestra buenas tardes soy Emmanuel de 1°G, tengo una duda de por que solo hay unas materias y otras no
ResponderEliminarEs que hubo algunos maestros que no crearon blog, traté de proporcionarles de los que tuve conocimiento que imparten a primero, que maestros o materias les hacen falta???
ResponderEliminarOk maestra es que faltaban ingles e informatica
EliminarSi Emmanuel, algunas no ay pero ay mucho trabajo todos modos
EliminarMaestra soy del 1h Carol no: 12,
ResponderEliminarPero no tengo el número de nadie del salón , yo no puedo avisarles .
Ok Carol no te preocupes, gracias de todos modos
EliminarMaestra soy Valeria 1g
EliminarSi quiere yo les puedo avisar alos de 1h
Si Valeria a quien conozcas de 1o que les puedas pasar el dato te lo agradecere
EliminarSoy carla de "1-j"
ResponderEliminarLuz Nayeli Prado Ramos
ResponderEliminar1"G
N.L:31
Jassiel primero I
ResponderEliminarHola maestra.!! Soy Rosario de 1-h, número de lista 28 y ya le pase pa dato a algunos de mi grupo
ResponderEliminarGracias Rosario, todos los que han comentado anotados en la actividad
EliminarMiriam Joseline castro Fernández 1’G
ResponderEliminarJosé Daniel Ramírez caballero
ResponderEliminar1-G
Abril 1-L N.l= 4 ._.
ResponderEliminarNancy Viridiana 1-I
ResponderEliminaryamile rico 1-k no.30
ResponderEliminarSoy Fabián no cesar N.L 25
ResponderEliminarSoy Jonathan Uriel juarez Reynoso 1 i número de lista 16
ResponderEliminarAmerica Joselin 1-L N.L. 19
ResponderEliminarJosé Daniel Ramírez caballero
ResponderEliminar1-g num.l 32
cristian lissandro malacara lopez 1k
ResponderEliminarKarla Jocelyn jacinto Cervantes 1°H N.L 15 :)
ResponderEliminarBuenas tardes maestra soy Brenda Guadalupe Rodrígue gallegos de 1i NL 35
ResponderEliminarMaestra como le puedo mandar los trabajos ya los tengo hechos
ResponderEliminarHola cuando los terminen hay que mandarlos a mi correo berenice.chavez.hdz@gmail.com
EliminarDANIELA NUMERO 6 DE 1-G
ResponderEliminarMelanie
ResponderEliminar1-J
No.l 7
Dayana
ResponderEliminar1.L
N.L33